Disfrutamos de un clima mediterráneo con una ligera continentalización debido a la altura y a la lejanía respecto al mar. Predominan los vientos de levante, hay grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche, así como muchas horas de sol. A su vez, el suelo calizo y de textura arcillosa favorece la óptima madurez de la uva y que el ciclo vegetativo de la vid tenga todas sus etapas. |